domingo, mayo 09, 2010

Latencia

Siento una tremenda vergüenza
tanto de mi nombre que no pervivirá
como del sinsentido de la estela generación 
esa sin espíritu.

Siento vergüenza de la muerte
y siento vergüenza del paraíso
porque son la evidencia del aburrimiento

Si tan solo esa estrella estuviera en el cielo correspondiente
sufriendo el bien de Parkinson
ni tacos ni corbatas figurarían en el bestiario
De nuestra poca imaginación.

Yo te di carne y tú que quisiste más carne
y yo que te regalé mis desechos
como quien le regala una plancha a la mamá
entre la pascua y año nuevo 
 de nuevo.

Vino entonces ese sonsonete de la sumisión
 como caca de perro sagrado en el centro de la galaxia
como una piedra en el corazón del pueblo
tan pesada y lamentable que perturba los sentidos

Una cadena me tironeó el cuello ya llagado
pero el pasto sigue secándose a la orilla de la acera

El fuego juega su juego
y los hogares se vuelven hogueras
y el juego fuega su juego
y las hogueras se vuelven hogares
mientras a nosotros se nos va la vida
de lloriqueo en lloriqueo

Tiene que existir un ritmo sagrado
en algún meandro de la galaxia
ha de estar por ahí arrojado
en latencia

Nutrámonos de la posibilidad
de la puerta abierta o del camino despejado
nuestra tos sea salud
nuestra ropa enfermedad
estemos en condiciones de aceptar
la abolición del sitio y la estabilidad

1 comentario:

chris dijo...

los hogares se vuelven hogueras... sencillamente me quemó la neurona.